En vista de que a Patico Sepúlveda no le gusta que yo diga eso, voy a cercenar una de mis frases favoritas: la vida es tan solo repetición… Dejémoslo hasta allí. ¿Por qué lo digo? Porque todo se repite. Las pruebas son estas: después de esa ola invernal que dejó chococientos mil damnificados se ha venido una ola de calor que lo recoge a uno desde las 9AM hasta pasadas las 5 de la tarde. Anoche veía en las noticias que la cosecha de plátano en Arboletes se está viendo muy afectada por el calor. Cuando no es el invierno es el verano. Otro ejemplo de que la vida es repetición: siempre por estas fechas se mueven las liberaciones encabezadas por Piedad Córdoba… que ya nos dan las coordenadas, que ya casi vienen, que están cerquita, que el mal tiempo en la selva, que todo lo informo por tuiter y en esas se las pasan todo enero y febrero, cuando desde antes de navidad ya estaban emocionando a Colombia con las entregas unilaterales que dicho sea de paso siempre dicen que son las últimas. Continúo con los ejemplos: ya se viene encima el paro de transportadores y no demoran en declarar la alerta naranja para el volcán Galeras que ha enriquecido a tantos políticos a cuenta de las muchas ayudas que supuestamente le dan a esas familias.
Pero yo tengo planeado es escribir sobre el calor. Tengo que admitir que soy friolenta, por eso no salgo mucho a tierra fría, aunque sin faltar a la verdad no salgo a ninguna parte, porque sólo aquí me siento a gusto. Mi hermana se queja de que la visito poco, mi cuñada que vive en las montañas también se queja de lo mismo, pero es que apenas llego a Caucasia me da frio. Pero esta ola de calor me tiene pensando seriamente en irme a vivir a un lugar donde caiga la nieve, porque de seguir aquí se me van a derretir las neuronas y si me embrutezco pierdo todo mi encanto. Aunque mi mamá dice que si me voy a un clima frio se me congelan las ideas y ahora estoy en ese dilema.
Como soy una mujer que se preocupa por lo que sucede a la gente de Montelíbano es que voy a adelantar una campaña en contra de los uniformes de nuestros colegios públicos. ¡Hombe! ¿Cómo es posible que con este fogaje enloquecedor esos colegios todavía sigan usando esas telas sintéticas tan calurosas? Ya es hora de que esos colegios vayan buscando telas más apropiadas para este clima. Cuando yo estudié en El Rosario ese uniforme me acaloraba y no teníamos tantos grados como ahora y tampoco éramos muchos en el salón. Tomen como ejemplo la FEM, que las telas de allá son más apropiadas, porque si no “tuesos” pelaos van a salir sufriendo de presión alta. Es que nuestros estudiantes son valientes: 40 en un salón chiquito, con unos uniformes que retienen el fogaje y dos ventiladores desafiando la canícula. Propongo un monumento pa los estudiantes de nuestros colegios públicos.
Conclusión: yo pienso que este verano será muyyy caluroso, así como el invierno fue tan lluvioso. Ante este panorama y en vista de que no tengo otra opción mas que quedarme aquí es que estoy comprando ropita de algodón al menos pa no sofocarme, porque el viaje pa clima frío sigue pospuesto y más ahora que voy a aspirar a obtener una curul en el Concejo Municipal. Voten por mi.