Isabela Santodomingo tiene un libro que se llama Los caballeros las prefieren brutas. Estoy totalmente de acuerdo con ella, aunque le haría una pequeña precisión: preferiblemente que sean flacas.
Vivimos en un mundo donde la televisión, las revistas, la publicidad, nos venden la idea de que 90,60,90 son las medidas ideales y para afianzar esos estereotipos organizan Miss Universo, Miss Mundo y a nivel local el reinado de Cartagena y cuantos reinados se puedan inventar: el de la patilla, la piña, el café y por ahí se va yendo toda la canasta familiar, porque aquí en Locombia hay reinados (y reinas) para todos los gustos.
Vi en Natgeo el domingo un especial sobre la belleza física. Mostraron a un hombre que ahora es mujer y que tiene encima 35 cirugías estéticas en busca de su tan anhelada belleza. Captó mi atención la gordita que tiene un blog llamado Yo la más gorda, donde defiende el exceso de peso y esta otra belleza que no aparece en los cánones actuales de esta sociedad y conforme ella avanzaba en su relato recordé una anécdota que me hizo comprender que en esta sociedad l@s esbelt@s son los preferidos.
En una ocasión mientras coqueteaba con un sujeto que me gustaba más que levantarme tarde, por esa curiosidad manía que tenemos nosotras, le pregunté como le gustaban las mujeres y dijo así a rajatabla: flacas. Como quien dice: ábrete que tu no encajas en mi perfil. No dijo ninguna otra cualidad como sincera, interesante, trabajadora o cualquier estupidez de esas para quedar bien. NO. Él dijo me gustan flacas. Me pasó lo de Davivienda, tenía mi dinero en el lugar equivocado. No obstante y en vista de que en realidad el tipo me gustaba, me tomé unas pastillas de esas que te hacen aborrecer la comida, hacía una hora de ejercicio diariamente y me pesaba cada media hora.
Con el pasar de los días me convencí que no solo el peso era el problema y opté por sacar al tipo de mis afectos. Sucede que caí en la cuenta que para estar en sus posibilidades me sobraban 20 y 20. Es decir 20 kilos y 20 años, porque además de brutas como dice Isabela, flacas como digo yo, ellos las prefieren niñas, como podemos darnos cuenta a diario.
Recuerden que Ustedes y yo "quedamos a tono".