TRASTEO

La palabra trasteo siempre me recuerda a mi época de estudiante universitaria en Medellín, cuando tenía que mudarme. Es de lo más aburrido que hay en la vida: empacar todo e irse a un nuevo sitio. Tal vez por eso es que no concibo la idea de vivir alquilada. Ahora que estamos en plena contienda electoral, trasteo adquiere otra connotación que viene siendo lo mismo: coger uno su cédula e irse a votar a otro lado. Pues bien, desde que se inició el proceso de inscripción de cédulas es mucho lo que se ha dicho a lo largo y ancho del país. En el portal de La silla vacía encontramos el artículo: Los turistas electorales de Cabuyaro: Un pueblo con trasteo de votantes (http://www.lasillavacia.com/historia/los-turistas-electorales-de-cabuyaro-un-pueblo-con-trasteo-de-votantes-24332), donde nos muestran como las personas que van a engrosar el censo electoral de Cabuyaro no saben ni siquiera como se llama el río que pasa por su pueblo. ¿El motivo del trasteo? Regalías. ¿Les suena familiar?

Según Caracol Radio, el ministro del Interior y Justicia, Germán Vargas Lleras anunció que se anularán inscripciones si se comprueba trasteo de votos en Barranquilla, porque supuestamente hubo inscripción de ciudadanos que se pegaron el paseo desde Malambo, Soledad, Juan de Acosta, Juan Mina y Sabanalarga a quienes se les ofrecía 10.000 pesos por la inscripción y vaya uno a saber cuanto por el voto.

Ayer en El Meridiano salió una noticia referente al trasteo de votos en el vecino municipio de Buenavista. En San José de Uré los habitantes se sienten tan defraudados de los políticos a tal punto que sus dirigentes se vieron en la obligación de “trastear” votos a tutiplén y según tengo entendido el censo electoral fue duplicado por lo que se avecina una investigación para anular inscripciones. La gente de Bocas de Uré no quiere votar en Uré porque no es “negocio” y me temo que mucha de esa gente haya venido a engrosar nuestro inflado censo electoral. Y aquí en Montelíbano tuve la oportunidad de ver como un Concejal llevaba a una señora a un puesto de inscripción y esta le preguntaba ¿Cómo es que se llama el barrio ese? Bastante sospechoso por cierto, aunque cabe la posibilidad de que la señora sea un tanto despistada y no sepa como se llama su barrio.

Yo por mi parte no avalo ni promuevo la trashumancia electoral y doy aplicabilidad a los Mandamientos del buen sufragante promovidos por el Partido Verde: VOTARÁS EN TU PUEBLO PARA INCIDIR EN EL: No harás parte del trasteo de votos. Lo cual va de la mano con NO VENDERÁS TU VOTO y como soy candidata al Concejo lo aplico así: NO COMPRARÁS VOTOS. La razón es que tengo argumentos de peso para captar mucho voto de opinión. Aquellos que no tienen nada que ofrecer están obligados a comprar. ASÍ QUE VOTEN POR MI, PARA QUE MI VOZ SEA SU VOZ EN EL CONCEJO MUNICIPAL.