Ya saben que estoy aspirando a ocupar una curul en el Concejo Municipal. Mejor dicho: estoy en campaña, aunque la ley dice que las “campañas” deben iniciar el próximo 30 de julio. Estoy visitando a mi familia, amigos, conocidos y todo aquel que eventualmente se pueda identificar con mis ideas y mi candidata a la alcaldía.
He leído en la Revista Semana que según un sondeo realizado entre una muestra de 196 concejales, el 74% expresó que buscará la reelección y mirando la ficha técnica pude darme cuenta que aquí en Montelíbano no preguntaron porque entonces la respuesta hubiera sido del 100%, exceptuando a Pacho Vides y a Emilio Mendoza quienes se retiran para aspirar a posiciones más altas. Pero los otros, TODOS, aspiran a repetir aunque algunos llevan hasta cuatro periodos consecutivos. Pero eso es normal en un pueblo donde todos los que han sido alcaldes quieren repetir con el viejo cuento de que quieren enmendar los errores cometidos, como si la alcaldía fuera un tubo de ensayo donde se practica con el método ensayo-error.
Pues bien, el 22% de los concejales encuestados admitieron que la practica indebida que más afecta las elecciones es la “compra de líderes” y el 21% consideró que es la “compra y venta de votos” que para mi vendría siendo lo mismo, porque al “comprar” al líder se “compra” su supuesta votación, lo cual sumaría un 43% lo cual es sumamente grave. Y de paso les cuento que hasta ahora no he “comprado” ni un solo líder.
Continúa el informe diciendo que los candidatos a concejo encuestados planean financiar sus campañas de la siguiente manera: 28% con recursos del candidato; 17% con un crédito bancario y 14% con recursos de familiares. Esos son los porcentajes, pero no indican la cantidad. El 28, 17 y 14% de que monto total? Eso me ha dejado pensando… porque sin faltar a la verdad yo no tengo ni un peso mío, tengo una deuda con el banco y no creo que me presten para una inversión de alto riesgo como es la política y mis hermanos votan por mi y me hacen campaña, pero no creo que me den ni un peso. Mejor dicho estoy en el 0% de financiación, así que acepto donaciones en mi cuenta de ahorros # 436248751 del Banco de Bogotá. Inviertan en mi, Montelíbano se los agradecerá.
Finaliza el artículo señalando que los gastos de campaña están destinados principalmente según el estudio a: reuniones=19%; equipo de campaña y candidato=13%; gasto sede de campaña 12%. Y aquí tengo algo que refutar. O estos concejales no son colombianos o en esas ciudades donde fueron encuestados viven los electores más educados del mundo, porque aquí por lo que he visto se necesita plata es para sostener a los líderes, “ayudar” a los votantes: que unos pasajes pa Montería, que un curso, que la droga, un examen médico, el recibo de la luz, unas bolsas de cemento, un mercadito, el pago del catastro, la factura de Jaguazul, la libreta militar, el arreglo de una calle y todas las necesidades personales que pueda tener el que va a votar por uno. Y allí me atrevo a decir que se va el 90% del total que uno como candidato tenga destinado para su campaña. También en publicidad se necesita hacer una inversión, porque los murales cuestan, las camisetas igual, los afiches, calcomanías. ¿Es que acaso esos concejales que encuestaron no tienen un rubro pa publicidad? Me temo que esos encuestados no fueron sinceros porque sus respuestas distan mucho de lo que es la realidad. Y eso que no mencioné el transporte que por cierto es un rubro que encarece duramente una aspiración a cualquier cargo de elección popular.
Admito que a veces me preocupa la financiación de mi campaña para llegar al Concejo. Como no soy Concejal en ejercicio y no estoy en una coalición mayoritaria el alcalde no compra mi apoyo, mi mamá no presta plata al 10%, no tengo hectáreas de tierra pa lotear a cambio de votos; lo único que tengo son mis argumentos que por cierto NO son pocos y con el apoyo de Ustedes y uno que otro pesito que vaya levantando en el camino voy a hacer maravillas. Por eso les pido encarecidamente: VOTEN POR MI, PARA QUE MI VOZ SEA SU VOZ EN EL CONCEJO MUNICIPAL y de paso demostremos que una curul en esa “Honorable” Corporación no cuesta 100 millones de pesos.