Desde que vi la campaña de expectativa en el canal Caracol, sobre el reality La Granja Tolima, me dije que la vería, al igual que vi la pasada versión hace algunos años. Aún cuando me enteré que la presentadora sería Natalia París, no desistí de mi idea inicial.
Pues bien, anoche empezó La Granja Tolima. Me imagino las peripecias del equipo de producción pa encaramar a Naty en ese montículo desde nos anunció que unos famosos de medio pelo irían a rescatar la importancia de vivir en el campo. La París me pareció más sonsa que nunca, pero ya me convencí que hormona mata neurona.
Entre tantos dizque famosos que mostraron, me llamó la atención “Ramoncito” el de Dejémonos de vainas, que por cierto está como mal emparapetaito, flaquito, pobrecito. Él se llama Benjamín Herrera, pero allá todos le dicen Ramoncito, aunque me temo que las modelos llenas de silicona que no superan los 25 años, ignoran quien es él.
Entre los participantes me identifiqué totalmente con la Titi, que va por su segundo reality, porque ella estuvo en El Desafío 20XX y lo hizo muy bien.
La chica SOHO, Johanita Uribe, salió con un discursito que ni ella se lo cree. Johanita piensa que por ser modelo y posar todos los días para muchas fotografías e ir al gimnasio ya la convierten en una mujer guerrera. Estaré pendiente de su desempeño porque no comparto su teoría.
La Chechi extrañará sus patines y el blackberry. Salomón echará de menos su tarot. Ahhhhhhhhh también se llevaron a Danielita la de Padres e Hijos y por cierto me cayó súper bien Boyacoman. Todos estos y muchos más fueron allá a vivir como granjeros y a intrigar, pa ver si se ganan los mismos devaluados 300 millones de pesos, porque Caracol se chantó en esa cifra hace añossssssss y nada que la suben a pesar de que la inflación no retrocede.
Todos, todos, todos los participantes en su presentación personal dijeron lo mismo: esto es un reto personal. Que falta de imaginación. Yo por mi parte no veo como un reto ir a cocinar en un fogón de leña. Tan sólo por ese pequeño detalle y la lavada de la ropa, NO iría. A la convivencia no le veo problema, puedo hablar de banalidades y tetas de plástico hasta el cansancio.
Por último yo quisiera saber donde queda esa granja Tolima. Sólo pa ver si la seguridad democrática por allá si funciona. Porque el campo por acá está invivible. Ya me imagino a todos esos pseudofamosos con sus corotos al hombro buscando la salida pa la ciudad y renegando del legado de Uribe.