Los de Trident se inventaron un concurso que a la final no entendí. Pensé que se trataba de escribir un artículo sobre “Que bueno es recordar” y me propuse concursar pero cuando leí las condiciones del juego quedé absolutamente perdida y lo único que me quedó en claro es que debía tener cuenta en Facebook para poder participar. Así que descartado el concurso de Trident. Pero la idea me quedó sonando y me dije: es bueno recordar. Así que aquí me tienen echando mano de mis recuerdos y espero que cuando lean esto también evoquen esos años maravillosos.
Recuerdo que cuando tenía cinco años mi papá contrató al profesor Aristalco Perea para que me enseñara mis primeras letras, porque en esa época no se usaba el grado cero, transición, preescolar y todos esos años que ahora estudian los pelaos para poder entrar a primerito. Cuando yo era niña uno hacía primero A y primero B. Esos grados los estudié en el Liceito San Francisco Javier. Así que al mediodía pasaba por mi el carro verde del profesor Madera. De mis compañeritos de allá apenas recuerdo a Coke D`Ruggiero y a Angela Ordosgoitia. El resto de esa información se borró de mi disco duro.
Recuerdo que 3,4 y 5 los estudié en el María Goretti. La misma distancia, pero ahora me tocaba recorrerla a pata como la garrapata. Nunca comprendí ese cambio tan brusco, pero ajá, donde manda capitán no manda marinero. El María Goretti nunca me gustó. Eso de estudiar solo con niñas era aburrido y la religiosidad era impuesta de tal manera que me fui alejando de lo espiritual. Recuerdo como si fuera ayer como era el recorrido. Me iba atravesando Villa Matoso, subía la loma del Chuchaco y mas arribita voltiaba a la izquierda. Las calles no tenían pavimento y había muchas casas de palma. Cuando llovía yo me ponía unas bolsas en los zapatos para que no se me embarraran. O si no, me ponía unos zapatos viejitos que llegaban vueltos mi&%%@ y allá me ponía los limpios. Eso más que todo cuando había educación física. En esos tiempos íbamos a misa los domingos y mi mamá me daba para que me comprara un helado en la esquina de Don Gonzalo y la plata de la ofrenda me la gastaba donde Berenice comprando figuritas porque yo era de las que llenaba todos los álbumes que salían al ruedo. Por esos tiempos tenía un romance con el televisor. Desde que me levantaba hasta que me acostaba no quitaba los ojos de ese aparato. El Chavo era uno de mis programas favoritos y a veces miraba el cajón por atrás pa ver si sacaba a la Chilindrina, pero no, no funcionaba así y mi mamá no me sabía explicar, porque en esa época no es como ahora que los papás les responden todo a los hijos. Si uno preguntaba de más lo amenazaban a uno con un tapaboca o le decían “cortapico, callaboca pa los preguntones” y uno se tenía que recoger calladito.
Me acuerdo que antes las corralejas las hacían por donde queda la Iglesia El Rosario y cuando nació mi hermano Ariel, las corralejas fueron armadas en la Cancha de mi barrio y por las mañanas nos íbamos todos los primos a caminarnos las corralejas, pero nuestros papás no nos llevaban al espectáculo como tal.
La Navidad era una época bacana. No había tanta lucecita, pero se pasaba en familia. Mi mamá hacía el árbol de la siguiente manera: conseguía una rama seca y la forraba de algodón, le ponía bolas y guirnaldas de esas plateadas que eran como enresortadas; y nos compraban dos mudas de ropa y un par de zapatos que tenían que durar todo el año siguiente. Yo creía en el Niño Díos ciegamente porque lo que le pedía me lo daba, al igual que a mis hermanos. Fue muy duro para mi darme cuenta que mi mamá me compraba el regalo y lo dejaba escondido donde mi abuela Vange. Fue tanta mi decepción que me regocijaba matándole la ilusión a mi primito Rafael diciéndole que el Niño Dios no existía.
Las fotos nos las tomaban en Foto García. Tengo muchas fotos en esa terraza y lo único que cambia es mi vestido. Aunque ahora que menciono fotos, he recordado que tengo muuuuuuuuchos telescopios donde quedó retratada toda mi infancia. Las fotos de papel llegaron a mi casa cuando yo estaba grandecita.
De muchas cosas me acuerdo. Lo que si no recuerdo es que mascara Trident (a no ser que eso sea lo mismo que chiclés Adams).
¿Ustedes que recuerdan?