Hay días en que prefiero no escribir porque todo lo que veo alrededor es malo. Pero hoy ya no me aguanto más y eso ha motivado estas palabras.
Ahora resulta que en este pueblo todo parece que es, pero no es. Lo digo por la canalización que va por el mercado. A cualquier hora que uno pasa se espanta por ver ese basurero allí acumulado y el hedor es impresionante. Esa es la imagen que se llevan nuestros visitantes de este municipio. En días pasados me contenté porque siempre que pasaba lo veía limpio y me dije: por fin asearon esto. Pero hoy me llevé una desagradable sorpresa porque me acerqué a un metro para chismosiar la tal limpieza y casi me caigo allí mismo al darme cuenta que no, que es falso, no está limpio ni nada por el estilo, la basura está allí acumulada sólo que de lejos no se ve. Entonces: parece que está limpia pero no, está más sucia ahora.
Los semáforos de Cachaco Largo parece que estuvieran malos, pero no, están buenos. Mejor dicho están malos, sólo hay que tener un poquito de imaginación para creer que están buenos. Resulta que cuando los tres focos están apagados (en la esquina de Puerta Roja) uno debe inferir que está en rojo. Igual pasa con los que están en la Distribuidora San Bernardo: cuando están apagados los tres focos se debe inferir que están en rojo y no pasarse creyendo que están malos, porque resulta que los otros dos circuitos (Carnecol y Esquina de las Fritangas) están buenos. Entonces los semáforos también parecen pero no…
Y así es todo aquí. Parece que tenemos alcalde, pero no tenemos gobernabilidad. Parece que tenemos alcantarillado, pero no, se rebosa con cada aguacero (ejemplo La Frontera, Frente al Parque San Bernardo, Candelaria Rica y por ahí se van un poco). Parece que tuviéramos salud, pero no, aquí no se cura ni un callo en el pie. Uribe dice que tenemos seguridad democrática y pareciera que si, pero que va, no tenemos. Y muchos botones más pa la muestra. Pero mejor lo dejo hasta aquí.