Desde que el mundo es mundo las mujeres se lo hemos dado a los hombres. Eva fue la que empezó el desorden y detrás de ella nos fuimos yendo todas. Estoy echando mano de mis recuerdos de cuando leía mucho la Biblia para buscar un ejemplo de sexo y poder… creo que si tengo la historia y la protagonizaba el rey David cuando una vez teniendo esposa, se enamoró de otra mujer y mandó al esposo de ella al frente de batalla para que lo mataran y el quedarse con el premio gordo.
Muchos hombres poderosos se han visto envueltos en escándalos de tipo sexual por no tener bien abrochados los pantalones. Rebobinemos el casete: por allá en los 1500 el papa Alejandro VI quien presidía la dinastía de los Borgia si que se daba gusto con lo que tenía entre las piernas, Napoleón hizo mil locuras por su amada Josefina, de la esposa de Simón Bolívar sabemos muy poco… en cambio los libros de historia nos hablan de Manuelita Sáenz quien fue su amante y compinche. En tiempos más recientes el presidente Bill Clinton arriesgó la presidencia por una mamada de su becaria Mónica Lewinsky, ni que decir de Berlusconi que ya está otoñal y no deja las bandideces.
En lo local mucho se dice de la vida intima de nuestros gobernantes. Pero me he dado cuenta que en todos los pueblos es así, siempre los funcionarios públicos se convierten en la comidilla de la gente y están pendientes de su vida personal como si fueran grandes celebridades. Los alcaldes se llevan toda la atención y su vida sexual pasa a ser dominio público porque nosotros simples seres mortales al fin y al cabo seguimos siendo morbosos y disfrutamos del dulce sabor del chisme.
Estas palabras surgieron a raíz de que cada vez que vengo a Montelíbano pregunto como va la cosa política y nunca me hablan de como va el proceso de las regalías, que contiene el plan de desarrollo, que dijeron en el informe de los cien días y ese tipo de cosas que son las que a mi realmente me interesan. Todo lo contrario, siempre están hablando es de quien se come con quien, que mujer tiene más poder detrás del poder y sobre las decisiones realmente trascendentales para Montelíbano poco o nada se dice. Estamos igualiticos que en la Cumbre de las Américas, que se habló (y se habla) solamente de farándula y de lo importante nada.
Y que decir de los pasquines. A mi correo enviaron uno hace varias semanas diciendo con pelos y señales aspectos íntimos de quienes están comiéndose la torta ahorita mismo. Nunca he estado de acuerdo con estos escritos. Así que invito a los anónimos a que den la cara y cuestionen las decisiones del gobierno local con argumentos, que hagan (o que hagamos) una oposición con altura y que se genere un debate constructivo por el bien de Montelíbano. Yo por mi parte estaré atenta a la ejecución del presupuesto municipal, porque soy de la escuela de Fajardo: en Montelíbano tampoco se pierde un peso.
Y con relación a todos esos comentarios de índole sexual le digo a los chismosos que busquen oficio, pónganse a buscar a Elisa, encuentren la placa del Hospital o pónganse ustedes también a cul#@r que el mundo se acabar.