Hay artículos que fluyen con naturalidad, hay otros que no y este es uno de esos. Tengo la idea pero no logro concretarla. He borrado todo lo que había escrito porque no me satisfizo y he empezado de nuevo. Así que por favor no sean tan duros conmigo en caso tal de que esto no llene las expectativas.
Se me ha ocurrido comparar las campañas políticas con el Desafío 2011 y es allí donde empieza mi problema: no me gusta El Desafío. Pero continuemos con la idea: partamos de la base de que en el pueblo de Montelíbano, los ciudadanos comunes y corrientes, la gente de a pie está ubicada en Playa Baja, con todo lo que eso implica: falta de alimentos y llevazón total. En Playa Media voy a ubicar a todos los que derivan sus ingresos de CMSA y al comercio en general y en Playa Alta me ha dado la gana de situar a nuestros alcaldes encargados y toda su cuadrilla: es decir senadora, gobernadora, contratistas y todo aquel que en este momento esté comiendo de nuestra poca o mucha riqueza.
Ubicados cada uno en sus playas, aparecen los candidatos a la alcaldía, identificados eso si, cada uno con su color: mi combo de verde, otros de amarillo y el resto ni idea, aunque ese no es un color válido, como no es válido ese tipo de aspiraciones que tanto daño le han causado al progreso de nuestra amada capital niquelera. Y para lograr el triunfo… lógico es que se den alianzas, es decir… yo te ayudo a llegar, pero eso si, de la gran marmaja tanto $$$$$$$$$$$ es para mí. Lo hemos visto en las pasadas versiones del reality y es lo mismo en nuestra realidad, sólo que aquí no hay cámaras que nos sigan a todos lados para que la gente se de cuenta de todo lo que hay por debajo de la mesa. Da asco, pero es así.
Ahora si… identificadas las playas, cada grupo con su color… empieza la verdadera lucha en busca del premio tan anhelado: la alcaldía: botín (y fortín) de los políticos.
Esta historia continuará…