El protagonista de esta historia “cayó redondo como una guanábana sobre una alcantarilla”. Pero a él no le dio una sirimba, ni mucho menos: resulta que una señora que afortunadamente iba a baja velocidad medio lo tropezó y lo tiró al pavimento, dándose el pobre viejo un totazo que se escuchó en todo Piñalito, porque el accidente fue al frente de La Casa del Chef.
Nunca había visto un accidente en vivo y en directo y me impresioné mucho al ver al anciano tirado quietecito en medio de la calle. Menos mal que los vecinos del sector se movilizaron inmediatamente a socorrer al accidentado y celular en mano llamaban a la policía, ambulancia, mientras que unos vigilantes de los que tienen camisa blanca y entrenamiento en accidentes socorrían al tipo que después de 15 minutos todavía seguía tirado en el suelo mientras era observado por un centenar de personas curiosas que se aproximaban a enterarse de lo ocurrido.
Este tipo de accidentes se dan con bastante frecuencia. Lo ideal es que no se den estas situaciones porque nadie quiere atropellar a otro y nadie quiere que lo atropellen. Lo que me cuestiona es la baja capacidad que tiene nuestro sistema de salud para reaccionar ante este tipo de emergencias. He aquí donde empieza mi cuestionamiento. Los socorristas brindaban auxilio en la escena pero de manera responsable no se atrevían a mover al herido, esperando una ambulancia con gente entrenada para este tipo de eventualidades. Me quedé allí hasta el final y la ambulancia no llegó. Entonces para trasladar al accidentado bueno es cualquier carro, pero en este caso le tocó a una de las camionetas de la Policía quienes si llegaron oportunamente.
Nuestro municipio, nuestra amada capital niquelera no está preparada para atender un pequeño accidente y me cuestiono fuertemente, porque la semana pasada cuando ocurrió ese aparatoso accidente en la vía a CMSA la reacción fue excelente y hoy, cuando este adulto mayor necesitó tratamiento especial por el golpe que se dio en la cabeza, el servicio no dejó nada que desear porque ni siquiera llegó.
Como fue su arribo al Hospital lo ignoro, aunque espero de todo corazón que alguna enfermera le haya dicho “tranquilo Boby, tranquilo”. Definitivamente si es muy difícil cruzar el Niágara en Bicicleta.
Recomendación: conduzcamos a la defensiva y si va a tomar entregue las llaves, es tan facilito hacerlo.