La semana pasada estuvo bastante movido el ambiente político, tanto a nivel municipal, como nacional.
El jueves 25 de febrero Montelíbano fue inundado con cantidad de fotocopias que daban cuenta de la suspensión del alcalde Edinson Rangel durante 12 meses. Hubo fiesta y algunos empezaron a mover sus influencias para quedarse con el encargo, mientras el pueblo entero especula sobre la persona que reemplazará a nuestra primera autoridad. Yo la verdad es que prefiero no arriesgar ningún comentario al respecto porque primero que todo hay que ver como evoluciona toda esta situación. Ustedes me perdonarán estas toneladas de escepticismo, pero es que en Colombia y en nuestra amada costa Caribe se ven unas cosas que hacen que uno se ratifique: Colombia = Macondo.
El viernes 26 de febrero la Corte Constitucional, esa que decían que estaba vendida y arrodillada a los pies de Álvaro Uribe, después de varios meses, por fin se dignaron a decir lo que todos sabíamos: que la Ley del Referendo reeleccionista estaba chueca y que no era la voz del pueblo, si no el grito desesperado de los grandes contratistas del Estado que no quieren soltar la teta. Pues bien, la Corte Constitucional utilizó una palabra que me supo a gloria, dijo Mauricio González que la Ley es INEXEQUIBLE y todo el recinto aplaudió. Una cosa es que nuestro presidente nos haya devuelto la fe en la fuerza pública, pero carajo ¿a que costo? Ahora hay más desempleo, menos salud, más zonas francas y otra cantidad de cosas que no voy a decir porque no busco ser repetitiva. Ahora solo falta ver que sucederá ahora que Uribe no será candidato. Si yo le pudiese hablar al oído a nuestro presidente, le diría que no ponga un candidato para gobernar tras bambalinas. Eso no funciona. El mejor ejemplo lo tenemos aquí en Montelíbano.
El jueves 25 de febrero Montelíbano fue inundado con cantidad de fotocopias que daban cuenta de la suspensión del alcalde Edinson Rangel durante 12 meses. Hubo fiesta y algunos empezaron a mover sus influencias para quedarse con el encargo, mientras el pueblo entero especula sobre la persona que reemplazará a nuestra primera autoridad. Yo la verdad es que prefiero no arriesgar ningún comentario al respecto porque primero que todo hay que ver como evoluciona toda esta situación. Ustedes me perdonarán estas toneladas de escepticismo, pero es que en Colombia y en nuestra amada costa Caribe se ven unas cosas que hacen que uno se ratifique: Colombia = Macondo.
El viernes 26 de febrero la Corte Constitucional, esa que decían que estaba vendida y arrodillada a los pies de Álvaro Uribe, después de varios meses, por fin se dignaron a decir lo que todos sabíamos: que la Ley del Referendo reeleccionista estaba chueca y que no era la voz del pueblo, si no el grito desesperado de los grandes contratistas del Estado que no quieren soltar la teta. Pues bien, la Corte Constitucional utilizó una palabra que me supo a gloria, dijo Mauricio González que la Ley es INEXEQUIBLE y todo el recinto aplaudió. Una cosa es que nuestro presidente nos haya devuelto la fe en la fuerza pública, pero carajo ¿a que costo? Ahora hay más desempleo, menos salud, más zonas francas y otra cantidad de cosas que no voy a decir porque no busco ser repetitiva. Ahora solo falta ver que sucederá ahora que Uribe no será candidato. Si yo le pudiese hablar al oído a nuestro presidente, le diría que no ponga un candidato para gobernar tras bambalinas. Eso no funciona. El mejor ejemplo lo tenemos aquí en Montelíbano.