Opinar no debería
ser un derecho si no una obligación. Eso
predicaba ese gran periodista que fue Camilo Durán Casas y yo voy a retomar su
famosa frase en el día de hoy.
Si Ustedes siguen mi
blog de manera asidua se habrán dado cuenta que paso mucho tiempo por fuera de
Montelíbano y que no había vuelto a escribir sobre temas políticos para darle
un compás de espera a nuestro alcalde para ver con que nos sale.
Que no escribiera no significa que no esté
enterada de muchas cosas que suceden al interior del “Palacio Municipal”… en ruinas, pero palacio al fin de
cuentas.
Pues bien, SEACOR sigue tan campante como si nada y hay
un agravante: ya nadie dice nada, ni yo que tengo esa espinita clavada entre
pecho y espalda. Aparentemente están
cumpliendo y yo digo que es mentira,
porque noto el mismo malestar que el primer día y lo que en periodo
electoral fue el caballito de batalla de TODOS los candidatos ha pasado a ser
el gran tema ausente en los múltiples debates.
Así que yo le pregunto señor alcalde: SEACOR se quedará? Ya ese negocio que TIENE (no tenía) tantos
vacíos jurídicos se convirtió en legal? Estamos los montelibaneses condenados a
seguir sufriendo el atropello de esta empresa?
Pasando a otro tema,
por fin nos llegó lo que hace rato se venía venir: la famosa ley 550 y de paso
en nombre de todos los montelibaneses le damos las gracias a todos los alcaldes
que contribuyeron a que nuestras arcas llegaran a semejante crisis que tocó
declararnos en quiebra absoluta para ver si se logra salir del hoyo negro en
que quedamos sumidos después de que se cogió el presupuesto municipal para
montar congresistas que en nada beneficiaron a Montelíbano, para elegir
alcaldes mediocres que no se preocuparon por proyectar este municipio hacia el
futuro, concejales que se dedicaron a desangrar nuestro erario. Y es que nuestro presupuesto sirvió para
comprar casas y fincas en otras ciudades, tener cuentas en el extranjero y que
unos pocos se dieran vida de rica a
expensas de los más pobres de mi amada tierra.
Por eso y por mucho más es que hoy a
pesar de ser uno de los municipios más ricos de la costa caribe es que
estamos más quebraos que un huevo. Gracias
ex alcaldes, muchas gracias. (Que qué
alcaldes? Pues al que le caiga el guante que se lo chante).
Vi en las noticias
locales que desalojaron a los vendedores de cerveza del sector occidental del
mercado. Tengo entendido que esa es una
de las medidas que está tomando la administración municipal con el fin de
reorganizar ese sector del Mercado Público de Montelíbano. Estuve indagando al respecto y me informaron
que se les había dado un plazo de tres meses para que cambiaran su actividad
comercial de cantina a otra cosa y como no lo hicieron (tal vez el tiempo no les alcanzó) el viernes fueron con
antimotines y sellaron los locales. Mi
análisis: cuando se construyeron esos kioscos tenían como fin trasladar allí la
venta de jugos ubicadas en el Parque Simón Bolívar; ¿en que momento la
actividad comercial se transformó? no lo recuerdo, lo que si tengo claro es que desde que yo
tengo uso de razón, esos kioscos se han utilizado para expendio de bebidas
alcohólicas. Coincido en que se debe
transformar todo el sector del Mercado Público y el Transporte, las condiciones sanitarias no son las
mejores y si se le da un estricto cumplimiento al Plan de Ordenamiento
Territorial, en ese sector no debe haber
cantinas. Pero ¿Cómo conciliar tantos
intereses? Hay un factor cultural que
ata a estas personas a la venta de licor,
siempre lo han hecho y no saben y no quieren hacer otra cosa, porque de
todos es sabido que ese es uno de los negocios más rentables. Por otro lado
está el alcalde que quiere brindarle a
sus administrados un espacio agradable en donde ir a abastecer la canasta
familiar. No es fácil recuperar espacios y si no que lo diga Enrique Peñalosa
cuando reubicó San Victorino, la historia le ha dado la razón y hoy da gusto
visitar esa zona de Bogotá. Señores:
los cambios son necesarios así que
hagámoslo de manera concertada.
Y sigue la puja por
la gerencia del Hospital Local. Tenía
entendido que la anterior convocatoria la había ganado el Dr. William
Montes, pero ha tenido tal cantidad de
inconvenientes (de carácter político) que me temo que su elección caerá porque
él no estaba en los planes y quien fuera el favorito salió descabezado porque
no ganó el examen. Es como canta Rubén
Blades: la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Así que desde ahora les anuncio: en la
próxima convocatoria para elegir gerente del Hospital, me voy a postular, igual, ya tengo harta
experiencia como relleno, aunque me he
quedado pensando que si le lagarteo lo suficiente al Alcalde, tal vez le diga a
la universidad encargada que me
nombre, casos se han visto. Pero acabo de recordar que él no es quien
manda en el Hospital y yo no soy de los afectos de esa señora. De todos modos me voy a presentar, después
les cuento.
Y los dejo por
hoy. No olviden que he regresado AL
OPINADERO, porque afortunadamente yo no
tengo marido que coarte mi libertad de expresión (puya pa Diana).