Los políticos son siempre iguales. Prometen construir
un puente incluso donde no hay río. Nikita Kruschev
Desde que incursioné en el escenario político siempre escuché hablar de los elefantes blancos y aunque sabía que eran obras que no servían, ignoraba totalmente el origen de la expresión, así que me di a la tarea de averiguarlo, sólo con el fin de escribir este artículo.
Según Wikipedia que todo lo sabe, la expresión elefante blanco es atribuida a posesiones que tienen un costo de mantención mayor que los beneficios que aportan, o aquellas que proporcionan beneficio a otros pero que únicamente ocasionan problemas a su propietario. Su origen proviene de los reyes de Tailandia (únicos dueños de estos animales) quienes al no estar satisfechos con un súbdito le regalaban un elefante blanco. El súbdito debía darle comida especial y permitir el acceso a aquellos que quisieran venerarlo, lo cuál tenía un costo que muchas veces lo dejaba arruinado.
Creo que todos los lectores coincidirán conmigo en que nuestra amada capital niquelera está llena de elefantes blancos. Sólo mire a su alrededor, en su barrio, corregimiento, vereda y se dará cuenta que muchas de nuestras obras en vez de progreso nos han causado un gran perjuicio porque lo gastado en ellas no compensa el servicio que están prestando. Y fíjese bien que digo “gastado” porque en ningún momento podrían considerarse como una inversión.
Ejemplos hay por montón: escuelas sin sillas, puestos de salud que nadie utiliza, pavimento sobre calles sin alcantarillado, tanques elevados que no prestan un optimo servicio, acueducto y alcantarillado deficientes, plazas de mercado abandonadas, letrinas que suspenden alcaldes, escenarios deportivos inconclusos, nuestro matadero municipal, entre otros. Y al final de este camino nos encontramos nosotros, los montelibaneses… mirando impávidos como NUESTROS recursos se han esfumado y como la clase dirigente se ha enriquecido a expensas de nuestra pobreza. Lo peor de todo esto, lo que asquea y decepciona es que a estas alturas del partido seguimos votando por los mismos, por aquellos que nos han endilgado tantos elefantes blancos que ahora mismo podemos decir sin ningún orgullo que somos de la realeza.