MONTELÍBANO ES MACONDO
Escribiendo desde este rincón de nuestro amado departamento
martes, 4 de abril de 2023
EL MILAGRO POSPUESTO
Corría el año 2018, pa más señas el 19 de marzo y fui invitada por mi vecina a ir caminando hasta el municipio vecino de San José de Uré. Es una tradición que de a poco se ha ido perdiendo, pero ese año, a las 8 PM nos fuimos Rosa, Mi primo Marlon y yo. Al principio todo bien, se nos iba uniendo gente en el camino y así fue que cuando íbamos por el matadero municipal ya éramos como 10.
La inexperiencia es osada, atrevida, nos fuimos con termitos llenos de agua y una linterna ñengue ñengue que mi primo olvidó poner a cargar y no alumbraba mucho, así que íbamos por todo el camino con la zozobra de tropezarnos con una serpiente. A ratos corríamos, a ratos caminábamos, pero era más lo que se descansaba, que lo que se avanzaba.
En ese marzo de 2018, todavía no estaba pavimentada totalmente la vía hacia Uré, por lo que los tramos destapados eran una tortura, cada piedra la sentía en todo mi cuerpo, pero en ningún momento pensé en desistir. Yo tenía la meta de llegar a donde el santo a pedirle un milagro. ¿Qué milagro le iba a pedir??? No sabía, pero en el camino iba decidiendo: plata, salud, felicidad, trabajo, no me decidía que le iba a pedir, pero seguía caminando. A estas alturas íbamos mi primo y yo solos. Algunos de nuestros acompañantes se quedaron rezagados, otros se montaron en carros y otros nos sacaron una ventaja descomunal que ni Usain Bolt los hubiera alcanzado.
. Pues bien, cuando llegamos a Puerto Colombia, mi primo y yo íbamos “mamaos” literalmente, ya me había caído, raspado, vuelto a caer, estaba vuelta mierda literalmente. Pero no pensé en retirarme y eso que a cada momento pasaban mototaxis ofreciendo llevarnos a Uré o devolvernos pa Montelíbano, pero nunca consideré esa posibilidad, porque yo le iba a pedir un milagro a San José.
En Puerto Colombia, mi primo me dijo que él llevaba unas aspirinas y que eso quitaba el dolor, que nos tomáramos una pa cogé fuerza y seguir con la misión. Y entonces nos tomamos cada uno la aspirina y eso fue como una traba inmediata. De estar cansada, de ya no ser capaz de dar un paso más, me entró una energía gigantesca y nos fuimos rapidito porque íbamos volando, con gasolina de avión pa mejor decirles.
Pero el efecto de esa pastilla es pasajero y cuando llegamos a las parcelas de Dorada, ya no tenía fuerzas, me quedé sin combustible y nos sentamos en una cantina a recargar el foco y ante tanto dolor decidimos tomar otra pastilla. El efecto fue inmediato, salimos caminando rapidito, dejamos la Dorada atrás, pasamos la hacienda Marcelo y ahí fue cuando pasó lo que pasó.
Íbamos por toda la orilla del pavimento, que en ese momento no tenía la berma, cuando vimos una vaca brava, bonita, cafecita que estaba del otro lado y que caminó hacia nosotros con furia. Y todo fue cuestión de segundos. Venía un borracho en una moto en el sentido Uré - Montelíbano e impactó durísimo a la vaca. El tipo salió volando cual escena de Matrix, moto por un lado, tipo por el otro, con tal mala suerte la mía que el tipo al caer me derribó tirándome hacia el pasto y en la caída del pavimento alto al suelo, me torcí el tobillo. Regresé a Montelíbano en una ambulancia con el borracho mueco y hasta ahí llegó mi intención de ir a pedir un milagro, justo cuando había decidido pedirle un marido a San José de Uré.
miércoles, 21 de noviembre de 2018
NOVATA EN MTB
Compré la bicicleta porque era un
gangazo. Ni siquiera estaba interesada
en practicar ciclismo , jamás había escuchado hablar de MTB y ahí me perdonarán
la ignorancia. Así que compré la cicla porque
ajá. Estuvo allí parqueada como dos
meses hasta que un día me fui a practicar.
No le vi nada de especial a montar bicicleta, tan es así que no tengo
recuerdos vívidos de esas primeras veces.
Mi verdadero romance con la cicla
llegó cuando ya tenía tiempo para entrenar constantemente. Todos los días hacía 18 kilometros, con un marcador pésimo, pero eso nunca me ha
preocupado. Así fue como empecé a ir a
Ciclo paseos y como quien no quiere la cosa llegó mi primera travesía. Buenavista me esperaba. Las travesías de Buenavista tienen fama de
buenas y quise vivir la experiencia.
Todos los de Montelíbano llegaron el domingo temprano, pero yo…
yo llegué desde la tarde del sábado para estar descansada. Era mi primera travesía y quería estar bien
para enfrentarla.
Había gente allí de
todos lados. Una gran familia. Gente que ya se conoce de verse en esos
escenarios deportivos donde se comparte el amor por el MTB. Unos tipos buenazos, unas mujeres con unos cuerpazos, uniformes coloridos, boutiques deportivas ambulantes, celulares
conectados a Strava con plan de datos cuando yo no alcanzo ni para prepago. Toda una mercadería alrededor de este
deporte. Y unos compraban gafas, accesorios, buzos, pero yo apenas me pude comprar dos empanadas de 500 para recargar las baterías.
Nadie daba un peso por mi y yo
tampoco me tenía mucha confianza. Mis hermanos ya duchos en esas lides, me dijeron que le diera a mi ritmo, que no importaba llegar de último, que ellos ya habían vivido esa experiencia, que lo importante era hacer el recorrido y bla bla bla.
Los menos amables me dieron el
número de un mototaxista para que me fuera a recoger donde tirara la
toalla.
Hora de partir. Me ubiqué en las primeras filas. No porque estuviera al nivel de los “élites”
si no para ganar tiempo. Recuerdo que en
los primeros kilómetros casi todos me pasaron,
pero como tengo mi autoestima bien alta no me importó ni cinco y cuando
los otros se alejaban por los caminos yo continuaba con mi paso lento pero
seguro. Ya en el destapado fue donde me
di cuenta que los asistentes van a divertirse,
a gozarse el paisaje, a tomarse las fotos para las redes sociales. Se respira un ambiente de camaradería, de amistad, compañerismo. Todos apoyándose, dándose ánimos cuando la
ruta se pone exigente, cuando el cuerpo
ya no quiere seguir. Fue una
experiencia maravillosa.
En un tramo de la ruta me
entrevistaron. Querían saber cuál era mi
apreciación sobre la Travesía Buenavistera y no pude evitarlo. No era un buen momento. Fui muy sincera en mi respuesta. Le dije a la periodista que no estaba cansada
de las piernas si no de la cuca. La
verdad no sé como hace Nairo o Froome para tirar pedal en el Tour de Francia
sin que se le cansen las güevas, yo voy
a un ciclo paseo y ya la llevo cansada.
El caso es que ese pedazo de la entrevista lo omitieron y eso era en
realidad lo más relevante.
A lo largo de la travesía vi como
los ciclistas papacitos ricos y apretaditos iban saliendo de la carrera por
calambres y otras molestias propias de este deporte y yo allí, con mi pasito tun tun, dándole, con la bicicleta al hombro cuando tocaba, en la mano cuando la loma era muy tesa para
subirla y también cuando la bajada era muy culera. Sin ninguna pretensión de deportista
consagrada, con la humildad del
novato, sin la vergüenza del tímido, llegué a la meta. Eso si,
no faltaron las burlas de los que ven pasar a los ciclistas y ven que uno
va rezagado, pero tampoco faltó el apoyo del que te ve pasar y te dice que ya
estás cerca de la meta, cuando todavía
te falta la mitad del camino.
Me quedó el consuelo de que muchas de las buenonas ni siquiera
alcanzaron a llegar, que algunos de los
papacitos buenotes se montaron en el carro escoba con la bicicleta buena, que muchos otros que hicieron la ruta corta llegaron
después de mí. Pero lo más importante de mi
primera travesía es que tuve el coraje de ir y demostrarme que tengo mucha fortaleza y que nunca es tarde para encontrar nuevas aventuras.
En este mundo del MTB ya
llevo tres ciclo paseos y dos travesías.
La última fue la de la Hacienda Cuba en Montelíbano. En esta travesía aprendí que muchos van en
algo conocido como “modo selfie” es decir tomándose fotos por todo el camino
que por cierto… paisajes hermosos si tenía. Yo ni siquiera llevé celular para
no perder tiempo tomándome fotos y con todo eso llegué de penúltima y por la
ruta de escape. Después de mi llegó el que
venía cerrando las puertas. Nadie es profeta en su tierra.
Pero no desisto. Próximamente les estaré contando más
experiencias.
domingo, 1 de enero de 2017
BIENVENIDO 2017
Pido perdón a mis
lectores por mi ausencia en 2016. Pero
para tranquilidad de todos quiero contarles que fue un gran año. Un año donde me concentré únicamente en mi
trabajo y aunque quise escribir muchas veces,
la falta de tiempo me ganó y pasaron 366 maravillosos días donde
ustedes, mis fieles seguidores no pudieron leerme dejando una gran frustración
en mí porque me cuestionaba a diario este abandono.
Sucedieron muchas
cosas en 2016. En Montelíbano
estrenamos alcalde: el profe Alean, a
quien muchos veían como el continuismo del Camino Correcto, otros veían en él
su esperanza y en fin, todos teníamos
expectativas con este gobierno que dicho sea de paso no ha sido ni chicha ni
limoná. Los opositores se pasaron todo el año esperando su caída, cosa que no sucedió. Y el profe allí muy campante inaugurando
obras de su mentor, mandando sin mandar
(según me cuentan), pero siendo alcalde al fin y al cabo. Ese es nuestro alcalde. Y tiene un concejo bien simpático que le
aprueba todo lo que necesita y que dicho sea de paso, más parecen artistas de
farándula de esos que aparecen retratados en revistas decadentes como El Propio
por ejemplo.
Y entre la
expectativa de la paz y de por fin culminar los acuerdos de la Habana, nos encontró el fin de año. Y fuimos a las urnas a refrendar con nuestro
voto lo pactado y los colombianos que salieron a votar le comieron cuento a
Uribe quien desde su Centro Democrático promovió el no con un argumento tan
simplista como que íbamos a terminar convertidos en un país
castrochavista. Y ganó el NO y quedé
profundamente triste, sin
esperanza, como cuando se te muere un
amor que quieres conservar, algo así me
sucedió con la paz. Y aunque luego se
refrendaron los acuerdos me quedó el sabor amargo de que en este país es más
fácil aceptar la guerra que el matrimonio igualitario. Porque vemos como algo normal que
compatriotas se maten en medio de un conflicto que algunos ni siquiera
entienden, pero esta sociedad
ultraconservadora todavía no acepta que el amor viene en diferentes empaques y
que la presentación no es lo importante si no la esencia. Por eso estoy segura de que el referendo que
organiza la retrograda de Vivian Morales resultará exitoso, porque si algo infunde temor es una minoría
que se atreve a levantar la voz para reclamar sus derechos.
Y así íbamos
viviendo cada día a la vez, cuando se
cayó el avión con los Chapecoenses y empezó ese circo de noticias que me hizo
sentir asco del oficio del periodismo y cogerle fastidio a Noticias RCN y
Caracol, a tal punto que tengo el pacto
conmigo misma de no volver a ver esas noticias nunca jamás. Y no había superado el impacto del desastre aéreo
y la forma tan burda como los medios se encarnizaron con la noticia, cuando ocurrió lo de Yuliana Samboní para
demostrarnos que todo puede ser peor en este país del Sagrado Corazón de Jesús. País de mierda donde sus niños mueren de
hambre y donde cualquier delincuente con plata puede manipular la justicia. Esta no es la paz que yo sueño para
Colombia, pero por ahora es la que nos
toca.
jueves, 15 de octubre de 2015
Y ME FUI...
Por mis compromisos
laborales he estado alejada de Montelíbano durante los últimos cuatro
años. Ahora soy toda una mujer rural que
pasa sus días trabajando por el progreso de nuestra gente del campo en el sur
de Córdoba.
Esa es la única
razón por la que no me han visto metida de lleno en el debate electoral que se está
viviendo en estos momentos. Muchos de
Ustedes ya saben que por tercera vez estaba apoyando a Juan Carlos Díaz Gómez
en su aspiración a la alcaldía. Me
parece una persona preparada, que conoce
el detalle de la contratación pública y que hubiese sido un excelente alcalde
de haberse dado las condiciones. Pero
lastimosamente las condiciones no se dieron y en el día de hoy nos ha
comunicado que se hace a un lado para apoyar a José David Cura, que dicho sea de paso es un muchacho de aquí
de Montelíbano y que está reclamando su derecho a ser alcalde, como lo puede hacer cualquiera de
nosotros.
Soy consciente de que
una alcaldía se gana con coaliciones y alianzas. Gabriel Calle es el vivo ejemplo de esta
afirmación. Siempre sugerí una alianza y
aunque se intentó con Moisés Náder, las
cosas no se dieron y eso golpeó duramente nuestra campaña. Una coalición se necesitaba ANTES de llegar a
las inscripciones en la Registraduría.
En política 1 + 1 nunca es igual a 2. Es
lógico que en un proceso de alianzas y coaliciones haya gente que se retire por
motivos que no voy a señalar aquí. Pero
una coalición montada con tiempo, le da
oportunidad a ese grupo de afianzarse,
crecer (o no) e intentar reponer los votos de los que en su momento se
marcharon. Para mí, esa es la lógica de una coalición.
Ahora bien, una coalición traída de los pelos, acordada entre dos partes que no se inspiran
confianza y cuando solo faltan 10 días para los comicios no tiene sentido.
Es cierto que en la
campaña de Díaz tuvieron la delicadeza de convocarnos y preguntarnos que
pensábamos, pero ahora que miro en
retrospectiva me doy cuenta de que nos consultaron sólo por cumplir un mero
requisito. Porque desde hace días ya
circulaba en la calle que Díaz ya había declinado, como en efecto sucedió.
Me voy de la campaña
Díaz con una profunda tristeza. Yo creía
en ese proyecto político como tal,
aunque siempre pensé que no ganaríamos sin una coalición. Ustedes se preguntarán: si Nora quería una
coalición, ¿por qué ahora que se da ella
se retira? Yo creo en coaliciones hechas antes de ir a la Registraduría. Yo creería que montaron una alianza para
perder. Si tengo o no tengo razón, el tiempo lo dirá. Pero mi compromiso era con Díaz, al no existir su candidatura yo me declaro libre
de compromisos políticos y tomaré una decisión al respecto. Yo a pesar de todo he procurado que nunca me
lleven a votar agarrada del cáñamo. Y
espero que mi decisión sea
respetada, porque no soy una mujer de
intereses económicos, quienes me conocen
saben que no me mueve el signo pesos,
sino un profundo deseo de trabajar por un Montelíbano mejor y me temo
que en esa coalición NO hay razones para creer (pero esos argumentos me los
reservo).
Respeto mucho la
posición de cada uno de los Montelibanenses y no cuestiono su voto, pero soy consciente de que no todos tenemos
la madurez política para entender al otro,
así que pueden tirar sus piedras y criticarme abiertamente, pueden decir que me voy sola y es
cierto, a la larga yo tengo un solo voto
(que es el mío), pero ese voto siempre
lo he usado inteligentemente. Nadie
puede decir que Nora Liz ha vendido su conciencia en alguna ocasión. Ni vendo mi voto, ni les compro el suyo. Me voy profundamente triste, pero este es un ciclo que debe cerrarse y el
mío en la campaña Díaz acaba de concluir.
Feliz noche para
todos.
martes, 14 de abril de 2015
INTRIGAS EN FACEBOOK
Admito que estoy un
tanto obsoleta y no es porque ya ando en los 40 ni mucho menos. Es simplemente porque nunca me gustó esa
pendejada del Facebook y cuando la mayoría de todos ustedes ya estaban encontrando
amigos perdidos y conociendo gente en
esa red, yo me fui quedado rezagada como todos esos grandes
periódicos que se negaron a evolucionar y hoy están próximos a
desaparecer.
Con el tiempo y la
distancia, fui dejando de alimentar mi
blog que es el instrumento que utilizo para pronunciarme sobre tantas cosas que
observo y que me gustan y otras tantas que me gustan menos, y poco a poco me fui quedando atrás, fui perdiendo mis lectores y dejé de ser un
referente, porque la moda es estar en
Facebook y me niego a ser parte de ese hervidero. Y lo digo con argumentos de peso, porque tengo amistades que me informan lo que
sucede allí concretamente con la cosa política.
He visto como los
adeptos a cada una de las campañas defienden a capa y espada a su respectivo patrón.
En el caso de
Gabriel Calle y sus furibundos seguidores lo que importa es dejar en el aire la
sensación de que todo marcha perfecto y que tenemos la gran fortuna y bendición
de tener el tercer mejor alcalde del país,
lo cual es un gran mérito para él y que ha redundado en progreso para
Montelíbano. Eso no significa que no se
hayan cometido errores al interior de la administración municipal, tampoco significa que no haya brotes de corrupción, sobrecostos,
nepotismo tal vez, (y en
lo personal me disgusta que pinten todo de amarillo) entre
otras cosas. Cosas esas que el pueblo de
Montelíbano ha tenido que ver y soportar en otras administraciones porque aquí
nadie puede tirar la primera piedra. Pero
en un municipio donde hace rato no se veían obras, la administración de Gabriel ha sido un
bálsamo para quienes esperábamos algo diferente. Habría
sido mejor si algunos de sus funcionarios no se hubieran enriquecido tan escandalosamente, lo cual sin lugar a dudas es uno de los
puntos negros que yo en lo personal le veo a esta administración. Pero en términos generales me siento
satisfecha con el desempeño de Gabriel Calle.
Ahora bien, todas las administraciones, llegado el momento ponen su candidato para
que continúe con el proyecto político y Gabriel ha dado su bendición a
Francisco Alean, lo cual me da igual porque yo no soy parte de ese grupo político y su designación
no me afecta en nada (por ahora), como
si afectó a tantos al interior de ese grupo que buscaban quedarse con el apoyo
de Gabriel (pero de este tema en particular me referiré en otra ocasión).
Retomaré la idea
principal que es mostrarles como se mueven las redes sociales con relación a la
contienda electoral. Les decía que el
alcalde tiene sus seguidores defendiendo su administración e igual sucede con
los otros candidatos.
Ahora es el turno
de Juan Carlos Díaz Gómez, un profesional de alto nivel que carga con el
estigma de que no es de aquí de Montelíbano y no es porque Díaz sea mi gran
amigo y me vea en la obligación de defenderlo,
pero me disgusta sobremanera que digan que no es de aquí. Es tan de aquí como lo soy yo y como lo son
Ustedes, simplemente que uno tiene que
irse porque en Montelíbano no hay oportunidad para todos nosotros y uno debe
bregar por un futuro para sí mismo y su familia. Es mi caso,
actualmente llevo cuatro años por
fuera, porque no hay empleo en mi pueblo, lo cual no significa que no pueda opinar ni
tener alguna aspiración en mi tierra. A
todos los que descartan a Díaz porque
supuestamente es monteriano cometen un
gran error, simplemente es talento
montelibanés que estuvo algún tiempo por
fuera, porque Montelíbano no ofrece muchas
oportunidades a sus profesionales.
Me han mostrado
conversaciones de Facebook donde unos seguidores de la administración se
enfrascan en una discusiones sin sentido con los seguidores de Díaz, donde se sacan los trapitos al sol y se
cuestionan mutuamente, que tú
esto, que tú lo otro… y es un ejercicio
desgastante, sin argumentos, donde queda un sinsabor entre quienes lo leen
y que no aporta nada a ninguna de las campañas, y que
dicho sea de paso descalifica a quienes participan en ellas.
Musa volvió al
ruedo, el Jabonero de siete plazas
quiere volver a administrar a Montelíbano y no hay que negar que tiene sus
seguidores que día a día le piden una y otra vez que vuelva al poder porque él
y sólo él es quien puede dirigir a nuestro amado pueblo como debe ser (eso le dicen
sus áulicos). Claro está que también
tiene detractores (como todos) pero él,
como gran político que siempre ha sido,
no pelea con nadie, se mantiene
en su posición y va por el premio mayor que es nuestra alcaldía.
Apenas José David
Cura Buelvas realizó su gran reunión de mujeres el pasado domingo, ya salieron a descalificarlo diciendo que es
más de lo mismo y que engañó a las mujeres y otras tantas cosas para restarle
crédito a esa reunión que me dijeron estuvo buena.
Igual sucedió con la
reunión de Juan Carlos Díaz Gómez, donde
salieron a cuestionar la cantidad de gente que asistió porque sus amigos más
cercanos publicaron en sus redes sociales números diferentes. Y así se la pasan todo el tiempo, en un tira y afloje que fastidia y satura a
quienes se mantienen pendientes de esa red social.
Antes de terminar
quiero manifestar mi disgusto y desaprobación contra todos esos perfiles que
tienen nombres generalizados como Montelíbano con amor, Montelíbano en Línea, Ya despierta Montelíbano, entre otros.
Independiente de su línea temática y su objetividad, nunca he estado de acuerdo con quienes se
esconden en el anonimato para expresar sus ideas sean buenas o malas. Yo los invito a que en un acto de
responsabilidad les digan a sus lectores
quien está detrás de cada página. Porque
el verdadero mérito está en poner la cara y asumir la responsabilidad por lo
que se escribe.
Y ahora me quedo aquí a esperar que tiren sus piedras. Eso sí,
cualquier comentario, ustedes ya
saben… los recibo en mi correo.
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