Visitar
San Juan, en el sur del departamento de
Córdoba, es rememorar glorias pasadas
cuando esta era una tierra coquera próspera donde el dinero circulaba
libremente y las chupunduneras comerciaban su amor a cambio de una exorbitante
paga. Es recordar que San Juan era uno
de los corregimientos con las mejores economías, evidenciado en grandes
tiendas, almacenes, restaurantes, residencias y lo que no podía faltar: muchas
cantinas a la orilla del río conocidas como “chupundunes”.
Visitar
San Juan es enterarse que este lugar era el punto obligado de todos los
campesinos de la región y que era un referente geográfico importante cuando
todos vivían allí.
Pero
todo eso es historia, tan sólo recuerdos
que se hacen agua en la boca y lagrimas en los ojos. Todo se vino abajo, es como si la naturaleza y
el destino se hubieran confabulado contra toda esta región. El auge de la coca cayó por cuenta de las
fumigaciones y lo que antes fuera una economía emergente dio paso a negocios
decadentes.
Como
si no fuera suficiente con la desaparición de la coca, la naturaleza se ensañó con San Juan en abril
del 2009 y arrasó con gran parte del pueblo,
dejándolos sumidos en más pobreza y desazón.
Muchas
familias se fueron a lo que hoy se conoce como San Juan Nuevo, quedándole a San Juan el remoquete de “viejo”
y entonces siempre lo relaciono con aquella canción que dice: en mi viejo San
Juan… pero eso es otro cuento, una historia de amor frustrada, un romance que no fue…
No
sé cómo es vivir en San Juan, pero me
imagino que debe ser parecido a una lucha constante, negarse a desaparecer, aferrarse a una tabla
como si fuera el último recurso para no desaparecer del mapa ahora que son
considerados como zona de alto riesgo y que no hay inversión por parte de los
entes territoriales.
Me
imagino que es como vivir en la zozobra de que el río embravecido en cualquier
noche invernal se ensañe nuevamente con la población y los borre del mapa
definitivamente.
Vivir
en San Juan es guardar la esperanza de
que todo va a mejorar y que de este pedazo de tierra surgirá la solución a
todos los problemas de su gente. Es lo
que ellos esperan y es lo que yo deseo por el bien de esta gente linda que me
ha recibido con los brazos abiertos.