A mis amigos de todas las horas que siguen mis andanzas en el blog: si antes no tenía tiempo, ahora mucho menos. Resulta que conseguí un empleo en un municipio vecino y justo ahora en plena efervescencia y calor voy y vengo en la medida que el trabajo así me lo permite. Lógicamente entre tantas actividades no me queda mucho tiempo para escribir, pero estoy sacrificando mis horas de sueño para que nos pongamos a tono.
El juez del caso de Samuel Moreno lo mandó pa la cárcel y con justa razón. No hay derecho a robarse la ciudad de esa manera, al menos aquí son más disimulados, si no me creen, hagan memoria y me darán la razón, porque aquí hasta ahora no hay ni uno preso a pesar de que cada quien tiene su propia ciudad de hierro (por no decir carrusel de contratación que suena a cachaco). Dijo el juez que Samuelito SI es peligroso para la sociedad y yo corrijo al señor Juez: no es peligroso, es peligrosisisimo que estos alcaldes se apropien de los dineros públicos porque le están negando la salud, la educación a quienes demandan esos servicios. Yo soy partidaria de que paguen con cárcel y que no les rebajen ni un minuto de pena pa que cojan escarmiento los otros y dejen tanta vagabundería.
Hoy estuve en Los Córdobas y Las Margaritas, en nuestra área rural. Es como si el tiempo se hubiera estancado en esos lugares y su gente está desesperanzada, olvidados por el gobierno local, con una vía por la que no pasan ni los burros. Y me dio rabia y pensé como el Patriarca “que cosa más inicua, que país de mierda”, tener a la gente olvidada en el campo, al menos los que vivimos aquí estamos a varios barrios del centro y podemos ir a la alcaldía a pedir soluciones, pero los que tienen que conseguir 30 mil barras para salir al pueblo, la tienen más dura.
Montelíbano tiene una gran deuda social con la gente del campo, con la gente urbana, tenemos que corregir los errores y tomar decisiones de peso para nuestro municipio. Es injusto que después de tantos años y de tanta plata todavía nuestros campesinos tengan que ir a “cagar” (disculpen la grosería) al monte. Da rabia. Me hiere, me lastima profundamente que seamos indiferentes ante toda esta pobreza que tienen nuestros coterráneos. Votemos por propuestas serias. No votemos por los mismos que vienen con las mismas y que tienen repartida la torta desde ahora. Votemos por gente nueva, con ideas frescas. Votemos por Ana Luz a la alcaldía y por mí al Concejo Municipal, para que yo sea LA VOZ DE TODOS.