Este año he seguido de cerca las sesiones del Honorable Concejo Municipal y hasta ahora sólo decepciones he sacado de mi juiciosa asistencia a ese recinto de la democracia (como lo llama Francisco Guerra, presidente de la mesa directiva 2010).
Las veces que he asistido simplemente se han dedicado a leer y aprobar el acta de la sesión anterior. Supuestamente están debatiendo algunos proyectos de acuerdo pero hasta ahora no he visto esos debates (y eso que sólo he faltado como a dos sesiones).
Para variar están haciendo lo mismo que el año pasado y es invitar a todos los funcionarios de la Administración Municipal para que den sus informes a esa honorable corporación y de paso a los que seguimos el desempeño del concejo en vivo y en directo o por la televisión, cortesía de TeleMontelíbano.
Al parecer aquí no hay mayor cosa que hacer. El ejecutivo en este primer periodo de sesiones siempre pide facultades para contratar y punto. Entonces el resto de las sesiones hay que rellenarlas con algo para justificar los honorarios y entonces los que pagan los platos rotos son los funcionarios que se ven obligados a ir a rendir los mismos informes de siempre ante unos concejales que en su mayoría se la pasan o bostezando o hablando por teléfono, sin prestar mucho interés en lo que dicen los funcionarios o como eso afecta al ciudadano de a pie que en últimas es el que sale a votar por estos tipos. Estoy decepcionada de nuestro Honorable Concejo Municipal.
La semana pasada invitaron a Yorly Agudelo, Secretario de Educación y de paso también al señor rector de la Institución Educativa San Bernardo. Sólo faltó montar el ring de boxeo para que se dieran puño porque los ánimos se calentaron de tal manera que el debate se desvirtúo totalmente, pero lo importante fue que ese show duró dos horas y se pudo justificar la sesión.
La invitada de hoy fue la gerente de Jaguazul. La escuché decir lo que ya ha dicho en otras ocasiones y en otros escenarios; y le hacen las mismas preguntas, los mismos comentarios aduladores por parte de algunos concejales que no ven más allá de sus narices. Yo la verdad de Jaguazul no tengo queja. Ya lo he dicho en otras ocasiones, quedan dudas sobre su conformación, pero el servicio es bueno (al menos en San Bernardo). A propósito de esta sesión del día de hoy me sucedió algo curioso… yo pensaba que había ido a ver la sesión del concejo pero parecía que estaba viendo era El Cartel de los Sapos. Por Dios, hay que ver que la sapería y la lambonería no tienen límites.
Después fue el turno para la Dra. Doris Tafur, personera Municipal, pero no tuve la oportunidad de escuchar toda su intervención porque me tuve que salir. Alcancé a escuchar cuando ella dijo que la población desplazada prefería radicarse en Montelíbano porque supuestamente aquí si se le brinda atención integral a quienes presentan esta condición.
No me opongo a que el Honorable Concejo Municipal haga control político porque esa es una de sus funciones. Lo que no me gusta es que cojan este asunto de invitar funcionarios sólo porque si. Da la impresión de que lo hacen porque no hay mayor cosa que debatir y en algo deben gastar las sesiones.
Para terminar voy a comentarles algo que pidió un concejal (no recuerdo quien). Pues bien, este concejal pidió que por favor se arreglaran los micrófonos porque era muy incómodo tener que pasarse ese aparato cada vez que alguno tomaba la palabra o tener que ceder el puesto donde está ubicado uno de los micrófonos que funciona en la mesa redonda. Pues bien, aquí va mi consejo para el señor presidente del Concejo: mande a arreglar los micrófonos de los concejales que regularmente participan en los debates. Es decir no gaste plata en los micrófonos de Lucho Arango, Everlides Zabaleta y el Doctor Mendez, porque eso es plata perdida.