Aquí estoy de nuevo
escribiendo para mí, para ti, para todos aquellos que todavía insisten en leerme,
para los que piensan que estoy loca, para quienes creen absolutamente en mi
cordura, para los que no me soportan,
para los que se deleitan con mis escritos, para los que anhelan que los
mencione, para quienes hacen fuerza de que no me acuerde de ellos, para todos Ustedes escribo hoy, pero en
especial… escribo para mí. Para
demostrarme que mi inspiración no se ha muerto y que todavía quedan palabras
para escribir, historias para contar, crónicas dormidas en los confines de mis alfabetos
esperando simplemente que mis dedos toquen las teclas precisas para que salgan
a la luz las palabras añoradas.
Escribo para
convencerme que sigo viva, que el fin del mundo de los Mayas no nos acabó y que
nuestras patéticas ganas de ser grandes
siguen aquí como si nada, en un nuevo
año que nos trae 365 días para estrenar y que hoy, cuando ya me he gastado uno de esos días en el antiguo vicio de ver
televisión, me pregunto en que carajos voy a gastar mis siguientes horas. Entonces decidí que
al menos este momento lo ocuparía escribiendo.
Ocurre que en cada nuevo año,
todo el mundo empieza a hacer predicciones y planes sobre lo que en este
caso será el 2013.
No hay que tener
mucha imaginación para prever que en este año el proceso de paz con las FARC se
irá a pique y que no obstante el presidente Santos dirá que fue un éxito y que
por eso aspirará a ser reelegido. Uribe
no se hará esperar en Twitter e iniciará su campaña de desprestigio contra este
gobierno derrochador y prostático. El
verano causará incendios en los próximos meses y el invierno causará estragos
en la famosa ola invernal de cada año que será apoyada por los políticos de
turno para conseguir votos con la ayuda humanitaria, porque desde siempre están
en campaña.
Y continúo con mis
propias predicciones y que conste que no le estoy leyendo el tarot, ni el
cigarrillo a nadie. Sin duda Petro
seguirá ganando enemigos y su esquema de recolección de basuras no arrancará
ahora ni nunca, porque todo el estamento está contra Petro y me dicen los
astros que él no cambiará su forma autocrática de gobernar, así que los conflictos continuarán en la
alcaldía de Bogotá.
El Congreso seguirá desprestigiándose
solito, pero eso no importa porque en su
mayoría todos saldrán reelegidos y seguirán legislando en contra del pueblo irresponsable
que los eligió a cambio de un tamal, de una cita médica o una bolsa de
cemento.
Me temo que este año
también se pasará de largo para los Nule, los Moreno y el caso Colmenares. María del Pilar y Luis Carlos Restrepo
seguirán en el exilio cagados de la risa y Uribito continuará en su celda cinco
estrellas esperando que su proceso precluya y que sus amigos vuelvan al poder
para que el regrese a su apartamento de 500 millones. Que vida de civiles después de tanta gloria!
Lo de Hugo Chávez lo
tengo claro, creo que morirá pronto y
que el Chavismo seguirá reinando en Venezuela al menos por un periodo más, porque no nos digamos mentiras, los muertos ponen gobernantes y Chávez no será
la excepción. Así que abuelo no se preocupe que tendremos Telesur
para rato.
Estas predicciones
las hago sin afán de parecer pitonisa y porque hoy me vi obligada a apagar el televisor
cuando una cuasi bruja en Día a Día le predijo a Messi que seguirá jugando
magistralmente. Eso lo ve hasta un ciego en el fondo de una
botella de Coca Cola.
Predicción personal:
Willy, este año por fin tomaremos esa cerveza (si es verano) o ese café (si es
invierno).
Nos leemos próximamente.