Querida hija:
Pues si, tu eres lo más parecido que tengo a una hija. Te he visto crecer, me has visto ganar años y
siempre te ha preocupado que esté sola y
no tenga hijos. Lo que a mi me
parece algo natural, a ti te aterroriza.
Tal vez por eso te preocupa esta nueva etapa de tu vida, pero yo te la voy
a simplificar: la adolescencia no es más que unos años cargados de sueños e
ilusiones, como tantas otras etapas, solo que en esta en especial las hormonas
van a mil por hora y uno se llena de esas sensaciones bacanas que los más
ignorantes creen que el único antídoto es el sexo. Y no lo es.
Es una estupidez iniciar la vida sexual a tan temprana edad, solo por
que los demás lo hacen o por no parecer la fea del parche, a la que nadie se lo
pide, el patito feo que ya tiene 15 años y nunca la han besado. Algún día cuando tus hormonas estén
reposadas, conocerás a un tipo
encantador que te hará sentir nerviosismo con solo pronunciar su nombre y ese
día lamentarás haber compartido tu cuerpo y tus espacios con alguien de quien
tal vez no guardes buenos recuerdos.
Se que te preocupas mucho por tu apariencia física y con razón, puesto que
vivimos en un mundo superficial donde se le da mucha importancia a la belleza
física lo que va de la mano con una figura esbelta. Pero no todo en la vida es eso. La belleza es pasajera, y un cuerpo perfecto, una cara bonita unida a
un cerebro vacío, podrá ser sexy al
principio, pero luego hastiará hasta al
más estúpido de los hombres. O porque crees que a todas esas mujeres
buenonas sus maridos les ponen los cuernos?
Debes comprender que estamos en el tercer milenio y que no debes tener como
única meta en la vida conseguir un marido y tener hijos. Detesto la idea de que tu sueño sea
convertirte en una Mujer Florero. Si
bien, es una bonita faceta en la vida de cualquier mujer la de ser ama de
casa, también debes pensar en la
posibilidad de ser una excelente profesional, lo cual podrás alternar con tu
vida en familia.
Me da tristeza que a tus trece años ya estés convencida de que los hombres
las prefieren flacas a inteligentes. Y
aunque no lo dices, estoy segura que
piensas que yo soy el ejemplo perfecto.
Pero tengo un argumento a mi favor: no estoy sola por gorda, estoy sola por hijueputa, porque nunca he creído que un marido sea
compañía y porque me niego a ser esa
mujer que siempre está guardada en su casa,
la que se queda callada guardando las apariencias y soportando los
cachos. Lo mío es la locura, la
libertad, las puertas abiertas… pero este es un camino difícil de recorrer, así
que no te lo recomiendo. Tampoco quiero
que esa chispa tuya se vea opacada y que tus pensamientos e ideas sean la
extensión de lo que piensa tu hombre o lo que te impongan las masas.
Tu vida apenas comienza y aunque ahora no entiendas lo que aquí escribo, los años me darán la razón. Ahora en mi madurez me doy cuenta que los regaños
de mi mamá no eran sólo porque si,
tenían una simple motivación: protegerme, así como tu mamá y yo queremos
protegerte. Así que prepárate porque tu adolescencia apenas comienza ahora. Y romperás corazones, el tuyo lo volverán
trizas y creerás que es el fin del mundo,
pero no, esos enamoramientos
quedan en la historia y con el tiempo tan solo servirán para tema de
conversación con tus amigas cuarentonas.
Después te darás cuenta que lo mejor son los 20 y luego los 30... de los
cuarenta te daré razón en su momento.
Un abrazo,
Nora